Según el último reporte del Instituto de Estadísticas y Censos realizado en el 2019, el ACV se ubica como la tercera causa de muerte en el país, y en el 2020, alrededor de 5.000 personas fallecieron a causa de esta condición. Es importante conocer de esta patología, pues 1 de cada 4 ecuatorianos mayores de 25 años, puede tener un accidente cerebrovascular a lo largo de su vida.
Ante esta realidad, el 3 de marzo de 2022, Boehringer Ingelheim del Ecuador, través de la iniciativa Angels, firmó un Convenio de Cooperación con la Vicepresidencia de la República con el objetivo de fortalecer la atención a pacientes con accidente cerebrovascular en el país, y así, comprometerse a fortalecer el Sistema Nacional de Salud para reducir la mortalidad y discapacidad a causa del ACV.
Manuel Jaramillo, médico emergenciólogo y capacitador en esta campaña, describe al ACV como un accidente en el que el aporte de sangre al cerebro se interrumpe, y la parte del cerebro afectada empieza a morir ya que no cuenta con el oxígeno y las sustancias nutritivas que necesita. El tratamiento inmediato es esencial, pues cada minuto que pasa aproximadamente dos millones de neuronas mueren, desde que inicia un ataque cerebrovascular.
Sin embargo, si se detecta en un periodo de cuatro horas y media los signos de alarma del ACV, como parálisis total o parcial de la mitad del cuerpo, lenguaje anormal, amortiguamiento total o parcial de la mitad del cuerpo, sonrisa torcida (desviación de la boca hacia un lado), entre otros, y se actúa con velocidad, llamando de inmediato al 911 o acercándose a un hospital preparado para la atención de ACV, el paciente tiene la posibilidad de sobrevivir.
Por ello, la campaña Actúa con Velocidad se presentó en coordinación con la iniciativa Global Angels, avalada por múltiples sociedades médicas internacionales, que trabaja en la concienciación y mejora en la atención de los pacientes que sufren accidentes cerebrovasculares, pues 80 millones de personas en el mundo han sobrevivido a un ACV por haber reaccionado con rapidez. Esta campaña tiene el objetivo principal de capacitar a profesionales de la salud para que puedan brindar una respuesta rápida frente a un accidente cerebrovascular así como también concientizar a la ciudadanía sobre el reconocimiento de síntomas y la importancia de actuar con velocidad ante un ACV.
Durante estos 4 meses, se han capacitado a 10 hospitales, de las ciudades de Quito, Manta, Portoviejo, Santo Domingo, Ibarra, Cuenca, Riobamba, entre otros. Marcelo Dotti, Gerente General de Boehringer Ingelheim Ecuador, afirma que, mediante el convenio firmado con la Vicepresidencia, 30 hospitales, tanto del Ministerio de Salud y del IESS, recibirán la certificación como Stroke Ready Center (SRC) hasta fines del 2023, para que puedan dar una atención efectiva a los pacientes con ACV. Además, capacitarán a profesionales de la salud y establecerán acuerdos de cooperación interinstitucional entre el sector público y privado para concientizar a la comunidad respecto al diagnóstico y disminuir los índices de mortalidad y discapacidad en el Ecuador por ACV.
Por otro lado, Manuel Jaramillo, capacitador y coordinador del Área de Emergencia del Hospital IESS de Ambato, sostuvo que uno de los Centros que ya han sido certificados como Stroke Ready Center (SRC) es la Casa de Salud mencionada que lo acredita como un centro especializado para atención a pacientes con accidentes cerebrovasculares. Allí, han logrado para el 2021 tener un tiempo de 42 minutos desde que el paciente con ACV ingresa a la sala de emergencia hasta que recibe el tratamiento ideal. Por ello, han recibido el premio de la Organización Mundial de Stroke (WSO) ANGELS AWARDS PLATINUM.
Además, el Hospital IESS Quito Sur, es la primera Unidad Médica del Sistema de Salud de la institución que ha sido acreditada como Stroke Ready Center (SRC) a través del convenio con VicePresidencia.
Sumando esfuerzos
Otras entidades del Estado, como el Ministerio de Educación, Ministerio del Deporte, Ministerio del Trabajo y el Servicio Integrado de Seguridad ECU 911, también serán parte de la campaña, para lograr la socialización, capacitación a niños, jóvenes, médicos ocupacionales, trabajadores, personal del servicio de emergencias y ciudadanía en general.
Todas coinciden en que es imprescindible el apoyo y trabajo conjunto de todos para brindar una atención oportuna a los pacientes, por medio de equipos tecnológicos necesarios y personal calificado. Y lo más importante, si se actúa con velocidad, se puede salvar vidas.