Una mujer simuló pedir pizza para pedir auxilio en Ibarra

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La situación de la violencia de género continua imparable, así lo reveló un informe del Servicio de Emergencias 9-1-1.

 

Un caso sobre violencia intrafamiliar en el que sobresalió la pericia de un evaluador del ECU 911 se registró en Ibarra. José A. ha coordinado la atención de miles emergencias en sus cinco años en el área de Operaciones, una tarde recibió una llamada para “pedir una pizza”, pensó que alguien había marcado el número de forma malintencionada con el fin de hacer una broma, pero inmediatamente se percató de que la mujer al teléfono estaba pidiendo ayuda y tenía enfrente a alguien que amenazaba su integridad.

 

Le “siguió la corriente” durante unos segundos, José A. realizó en forma discreta la pregunta: “¿Está sufriendo violencia, señora?”, a lo que la ciudadana respondió que “sí”. La emergencia se confirmó en el instante en que José escuchó a la mujer decirle a su agresor que se encontraba pidiendo una pizza y que no estaba llamando a la Policía.

 

De manera inmediata, se coordinó la movilización de recursos de Policía que a su llegada confirmaron que se trató de un caso de violencia intrafamiliar. El agresor ya no estaba y la ciudadana no tenía muestras de agresiones físicas, se le indicó el procedimiento y que debía poner la denuncia para continuar el proceso legal. La afectada, en el audio grabado por el ECU 911, agradeció la gestión.

 

El personal operativo del ECU 911 —que permanentemente participa en jornadas instructivas sobre resiliencia, primeros auxilios psicológicos, técnicas de sensibilización y contención emocional— cumple un papel fundamental para brindar la respuesta oportuna en estos casos, ya que se han recibido llamadas de mujeres escondidas en clósets o de niños que se comunican porque sus madres y/o sus padres son víctimas de agresión psicológica, sexual o física.