Camila Cabrera, representante en el Ecuador del Programa Migración y Diáspora, que opera por encargo del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ) de Alemania, implementado por GIZ de la Cooperación Alemana, estuvo en el despacho del prefecto de Imbabura, Richard Calderón. La finalidad fue dialogar sobre políticas de cooperación y entregar equipamiento para el trabajo de Carlos Quiroz, experto en temas ambientales y cambio climático, vinculado a la Prefectura Ciudadana para colaborar en estudios de bancos de carbono.
En este encuentro, la representante del programa entregó a la autoridad imbabureña un dron y un equipo informático portátil, para que sea utilizado en el desarrollo del programa, que, en contexto, aprovecha los efectos positivos de la migración regular y el compromiso de la diáspora para impulsar el desarrollo social y económico en los países contraparte. La diáspora implica el desplazamiento masivo de grupos de personas de su lugar de origen hacia otros destinos que les ofrezcan las condiciones materiales o institucionales para hacer sus vidas y desarrollarse como individuos, siendo este el caso del ecuatoriano Quiroz, quien se formó en doctorado en la ciudad de Munich.
El enfoque del programa sigue los principios en materia de política migratoria del Gobierno Federal alemán del siguiente modo: aprovechando los potenciales de la migración regular; fortaleciendo a las contrapartes en la organización activa de procesos migratorios; reduciendo las causas del éxodo y la migración irregular; ayudando a los y las migrantes en su regreso y reintegración en el mercado laboral; informando con transparencia sobre los costos de transacción de las transferencias de dinero de los y las migrantes a sus países.
El estudio de bancos de carbono que realizará el experto de este programa consiste en evaluaciones y análisis científicos para determinar la cantidad de carbono almacenada en los ecosistemas estratégicos de Imbabura, tomando en cuenta 60 parcelas: 30 en páramos y 30 en bosques andinos, en los cantones Ibarra, Pimampiro y Otavalo. El objetivo principal de este trabajo es cuantificar y mapear el carbono capturado y almacenado en la biomasa forestal y en el suelo.
Los bancos de carbono son áreas donde se almacena una cantidad significativa de carbono y pueden ser considerados como reservas naturales de este elemento. Estos estudios son fundamentales en el contexto del cambio climático ya que el carbono almacenado en los ecosistemas forestales ayuda a mitigar el aumento de gases de efecto invernadero en la atmósfera.
El resultado de esta investigación que durará dos años aproximadamente tiene como objetivo conocer cuales son las reservas de carbono en esta provincia para generar el monitoreo permanente e impulsar los mercados de este elemento como alternativa de conservación. Además, servirá para proporcionar información para la toma de decisiones sobre la gestión forestal sostenible y la conservación de los ecosistemas.