
El cantón Ibarra registra una reducción sin precedentes en la ocurrencia de incendios forestales, alcanzando un 96,02% menos de afectaciones en comparación con años anteriores. Esta cifra marca un hito en la protección del medio ambiente y la seguridad de la ciudadanía.
El año 2023 fue el más crítico de la última década, con un total de 984,67 hectáreas consumidas por el fuego. Para 2024, gracias a los esfuerzos de prevención y control, la cifra descendió a 577,93 hectáreas. En lo que va de 2025, únicamente se han contabilizado 23 hectáreas afectadas, lo que equivale apenas al 3,98% en relación con el año anterior.

De acuerdo con el Cuerpo de Bomberos de Ibarra, estas 23 hectáreas corresponden a 35 alertas atendidas, en su mayoría provocadas por quemas de basura o limpieza de terrenos. Sin embargo, factores climáticos como las lluvias ligeras y una temporada invernal más prolongada han contribuido a que estos incidentes no evolucionen hacia incendios de gran magnitud.
A la par, la institución ha intensificado su estrategia preventiva mediante la campaña “Incendios Cero”, que busca fortalecer la cultura de autoprotección en la ciudadanía. Con el apoyo de la mascota institucional “Toñito”, se han difundido mensajes educativos en comunidades y espacios públicos, enfocándose especialmente en las zonas con mayor riesgo. Este trabajo comunitario ha permitido preparar a los habitantes como primeros respondedores y consolidar una red de apoyo ciudadano.

En este proceso, la educación infantil ha ocupado un lugar central. Más de 100 niños que participaron en el vacacional Casaquitas recibieron formación práctica y lúdica sobre la prevención de incendios, con el objetivo de sembrar conciencia desde la niñez y replicar el mensaje en sus hogares.

El personal operativo de Bomberos de Ibarra mantiene una preparación constante, con entrenamientos y simulacros que aseguran una respuesta oportuna ante cualquier eventualidad. No obstante, la institución recuerda a la ciudadanía que la reducción de incendios no debe ser motivo de confianza excesiva, e insiste en evitar prácticas peligrosas como las quemas agrícolas o de desechos.
