En la comunidad Carabuela. La calle Rumiñahui se adoquina

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El mejoramiento del tramo tiene como objetivo complementar la modernización de la vialidad en este sector rural. Muy pronto concluirá esta labor, por la que los pobladores lucharon durante muchos años.

En la comunidad Carabuela de la parroquia Ilumán, cantón Otavalo, el desarrollo es evidente. En los últimos años, gracias a la Prefectura, la localidad rural de Imbabura mejoró su vialidad y eso se constituyó en el eje de progreso para los pobladores, pues hizo que las actividades productivas tengan mayor impulso.

Casi la totalidad de las calles y avenidas actualmente se encuentran mejoradas para que la gente viva bien y pueda movilizarse sin ningún inconveniente. Los artesanos y agricultores, que son la mayor parte de los habitantes, disponen de caminos en perfectas condiciones para llevar a cabo el comercio., fuente principal de la economía.

Para seguir en la misma línea de atención, el organismo provincial, a través de un presupuesto de alrededor de 113.000 dólares, avanza en la construcción de la primera etapa del adoquinado de la calle Rumiñahui, una arteria estratégica para el tránsito.

Para verificar el estado real de los trabajos, el prefecto Pablo Jurado y la viceprefecta Cristina Males, en compañía de autoridades parroquiales, dirigentes y habitantes de la zona recorrieron el camino que tiene 440 metros de longitud. Verificaron la calidad de la tarea y el cumplimiento de la planificación trazada.

Israel Anrango, presidente de la comunidad, mencionó lo importante que es contar con vías dignas por donde circular y agradeció la decisión política de las autoridades para destinar recursos económicos para el adoquinado.

La viceprefecta mostró su satisfacción al ver que el proyecto se va haciendo realidad, como respuesta a la necesidad de esta localidad. Dijo, en esta oportunidad, que, desde su función, ha podido respaldar las acciones institucionales para que la población pueda contar con obras y servicios de calidad que les permitan vivir en condiciones dignas.

Pablo Jurado, prefecto de Imbabura, felicitó a los dirigentes por la lucha constante para que esta obra pueda seguir adelante. “No hay deuda que no se pague, ni plazo que no se venza. Hemos cumplido con el compromiso que hicimos tiempo atrás y prácticamente ahora estamos cerca de concluir con una acción importante para que este poblado se muestre como uno de los de mayor progreso”.