Los agricultores de Imbabura, en el norte de Ecuador, han logrado que el café se posicione como la segunda cadena productiva identificada más importante de la provincia. Con este prestigio que se ha ido ganando poco a poco, la idea es que el mercado local y nacional esté cubierto de producto imbabureño, para que, en base a la alta demanda, se multiplique la siembra, el cultivo y la industrialización, con lo cual se espera potenciar la economía de los pequeños y medianos productores, generando a la vez mayores fuentes de trabajo.
La Prefectura, desde la Dirección de Desarrollo Económico, incentiva a los emprendedores a fomentar el consumo local. El mejor respaldo es la calidad de café que se produce en sitios privilegiados, entre ellos, la Carolina e Intag, proyectándose también, en los últimos años, la zona de Pimampiro. Según registros obtenidos, alrededor de 300 hectáreas de tierras actualmente están dedicadas a la producción de café de calidad que supera la calificación de 85 puntos.
Dentro de la estrategia para incentivar el consumo, el organismo provincial, bajo el liderazgo del prefecto Pablo Jurado dio marcha a una campaña de promoción enfocada a que la producción local sea consumida en su mayor parte en las cafeterías existentes en esta misma tierra. Para ello, el pasado año, se organizó un press trip ( viaje de prensa con el objetivo de promocionar un lugar o de explorarlo y realizar un futuro reportaje del mismo) para mostrar al país y al mundo lo que se produce en este suelo.
Hoy los resultados se reflejan en una oferta masiva de café de Imbabura en las cafeterías instaladas en los diferentes cantones. Los propietarios de estos emprendimientos se sumaron a la iniciativa de impulsar el consumo de café, originario de esta comarca, apoyando así a la operación de un modelo económico responsable o consciente, que significa un aporte para el desarrollo productivo y una garantía para el fortalecimiento de la seguridad y soberanía alimentaria.
Bajo esta línea, la Prefectura entregó reconocimientos a Rosa Andrade, Carlos Dávila, Edmundo Varela, Zayra Ramos, Johana Ramos, Wilson Mármol, Ana Cristina Amaya, Edwin Garrido, David Mora y David Visarrea, propietarios de cafeterías, por ser parte de la cadena de valor del café, ofreciendo producto netamente de Imbabura. También recibieron indumentaria de cocina y servicio, como incentivo por ser parte de una tarea conjunta para crear beneficios económicos y oportunidades de progreso de manera colectiva.